martes, 12 de julio de 2011

Viajes amigos y amores locos.

Capitulo Uno

Amando la ciudad


Estaba muy, pero que muy feliz, porfin un cambio, hoy era el día, hoy nos mudaríamos a Seattle por mucho que amase lo pequeño de portland Seattle era, algo que para mi iba a nivel superior. No sabia por cuanto me duraría esta emoción pero creía que seria por mucho tiempo.
Cuando entramos en la casa no me lo podía creer era como tan linda, tenia dos plantas y un bello jardín trasero, aunque estaba a las afueras de la ciudad sabia que en el auto llegaría a centro, claro en algún momento indeterminado del día, ya que gracias a mi coronación como la reina de los patosos, que fue llevada a cabo por mi hermanito pequeño, una tarde después de caer por los suelos de la cocina, resbalando con el agua que la lavadora había derramado, después de que se me hubiera olvidado sacarle la manguera de apoyo con la que la llenaba a no haber suficiente presion en el apartamento para llenarla por si sola, debiia manejar tn lento como lo haría una tortuga, pero si, seguro ue un día llegaría a centro.
En le tarde ya después de haber acomodado, relativamente bien la casa, mi madre nos concedio a mi y mi hermanto el resto del día libre para conocer el sitio, mi hermano se quedo en casa decorando su habitación, yo sali con uno de mis libros par leer en el porche, resulto que no pude leer mucho pues al poco tiempo que Sali, nuestros vecinos salieron a jugar en su jardín, bueno, no a jugar exactamente, mas bien a arreglarlo, eran tres encantadores jóvenes, uno de ellos se veía como que podría alzar un camión con una mano mientras con la otra levantaba un mueble. Había otro que era como angelical, tenia un mono cabello miel y una hermosa sonrisa, y el otro Oh mi dios, como describirlo, yo nunca había visto a alguien parecido a el, Tenia el cabello cobrizo y unos espectaculares ojos verdes que me mataban, entonces todo paso muy rápido. Yo que estaba sentada al lado de un árbol que había en frente de mi casa, observando a tres dioses griegos “arreglando” el jardín, había resivido un golpe en la cabeza producto de la pelota de mi hermano, que hasta ahora no había visto, estaba jugando alegremente al futboll, con papá en el jardín, al verme recibir el golpe, el mas joven de los “dioses” el joven de cabello cobrizo deo lo que hacia y se aproximo a mi jardín corriendo, mientras mi hermano se partia de la risa y mi padre venia andando a grandes zancadas.
-¿Te encuentras bien?- Me pregunto una suave voz aterciopelada cerca de mi, yo solo alcance a asentir y sobarme un poco la cabeza, mientras me ponía de pie recuperando a medias la respiración para poder contestarle, entonces sus dos compañeros le gritaron entres risas.
-He Edward, Nos presentaras a tu novia- Al oir eso, me herbio la sangre y me sonroje furiosamente mientras me mordia el labio a causa de la ira cieg que se había desatado en mi interior.
-Emmett, si ella quisier conocer orangutanes hubiera ido al zoológico- Dijo Edward fulinando a emmett con la mirada.
-Disculpa a mi hermano, es un simio como ya lo dije un orangután- Me dijo Edward dándome la mano. –Soy Edward cullen, y estos dos son mis hermanos, Emmett y jasper cullen- Entonces le aprete la mano y le dije:
-Yo soy Isabella Swan, ellos son mi hermano Julian y mi padre- Entonces sus hermanos se acercaron a nosotros y comenzaron a hacer como que se abrasaban y besaban, y reírse fuertemente mientras Edward fruncia el ceño.
-Disculpame un momento, no te vayas, me encantaría conocerte, disculpa a mis hermanos- Dijo mientras se lanzava en picada hacia ellos. –Bienvenida al vecindario isabella, enserio no te vayas-dijo por ensima del hombro mientras corria para alcanzar a emmett que ahora se aljaba hacendo morisquetas y mostrándole la lengua a Edward quien le perseguia agitando un puño en su contra. Entonces me sente de nuevo, en el pie del árbol, solo que esta vez, doblándome de la risa mientras, jasper hacia que Edward se tropesase  y cayese mientras hacia caer a emmett al suelo, haciéndole cosquillas. Entonces escuche unas carcajadas que me sobresaltaron.
-Bella, ya has hecho amigos- dijo mi hermanito desde el otro lado del jardín, carcajeándose.
-Eres un tonto- le dije yo mostrándole la lengua, a lo que el contesto mostrándome la lengua también. –Solo estas celoso, porque tu trdaras eternidades antes de que alguin se te acerque- le dije mientras volteaba la cara.
Este día no había podido comenzar mejor que así, que bueno era el cambio, Como amaba la ciudad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario