Capitulo Uno
Inesperado
Dicen que si tú piensas en algo y lo pides con todo el corazón, se te cumple. Yo soy un claro ejemplo de que eso es la verdad, pero tras de esa simple afirmación hay toda una historia, llena de amor y también de varias dificultades. Mi nombre es Katherine Porth y esta es mi historia.
Todo comenzó el mismo día en que cumplí mis 16 años, ese día comenzó para mí como cualquier otro, lento. Al despertarme igual que siempre hice una pequeña plegaria deseando con todo mi corazón que Dios me acercar a un sueño que tenía desde hace mucho, encontrar lo que o consideraba el verdadero amor.
Luego mis padres y mi hermanito me desearon un feliz cumpleaños, y entonces todos menos yo partieron, pues mis padres trabajaban y mi hermanito estudiaba en la mañana, yo sin embargo estudiaba en la tarde así que me quedaba toda una mañana sola en la casa, haciendo aseo y las tareas del colegio.
Todo fue normal, lo hice todo y me arregle para ir al colegio, entonces de la nada sentí en mi pecho la extraña sensación de que hoy todo iría bien, fue realmente extraño pero no preste mucha atención y sintiéndome de ese modo partí con rumbo hacia el colegio.
Al llegar allí me recibieron dos de mis mejores amigos Anyuli y Leonard con un enorme y grato –FELIZ CUMPLEAÑOS- y un abrazo que solo incremento la extraña sensación de euforia dentro de mí. Anyuli había sido para mí la mejor de mis amigas y una de las mejores personas que había conocido en mi vida, ella y yo teníamos una especie de “vinculo” por así llamarlo la verdad era que éramos capases de entendernos aun sin hablar, bueno yo era muy buena leyendo las expresiones de las personas en general, pero con ella se me daba naturalmente, hoy ella estaba realmente feliz yo lo sabía. -¿Cómo te ha ido el día?- pregunto Leonard, sacándome de mis cavilaciones. –Muy bien, gracias- conteste sorprendida de lo feliz que sonaba. –Me alegra verte tan animada- comento Anyuli, dándole a Alex que se nos acababa de unir una sonrisilla cómplice que él le devolvió con ojos picaros.
Alex era el novio de anyuli, ellos dos eran la pareja perfecta y se amaban con el alma. Y justo entonces supe porque las sonrisillas, Hacia algunos meses (para ser más exacta, desde que anyuli encontró a Alex) Anyuli se puso una misión a sí misma, la de encontrarme un novio a mí, porque según ella –Si alguien merecía tener alguien que me amase esa era yo- Ella había intentado hacer que me enamorar de Leonard pero ni en sus mejores intentos estuvo cerca de hacer que el me gustara.
Al llegar al patio principal del colegio acompañada de mis amigos, me di cuenta de porque tanto alboroto al parecer habían llegado algunos nuevos estudiantes, y yo supe todo justo en el momento en que el director envió a uno de los más guapos chicos que yo haya visto en mi vida hacia mi salón. En ese momento todas las chicas detrás de mí soltaron risillas nerviosas al ver al nuevo integrante del grado. –Ah, las chicas son tan ingenuas.- dije yo a anyuli que se ubicaba atrás de mí en la formación, ante esto ella protesto
–Como puedes decirles ingenuas. Ya he visto como le miras.-
Rayos como lo había notado. –Debo admitirlo es guapo pero no me mata de atracción- dije esto con un pequeño aire petulante, pero por dentro me moría por correr hacia él y preguntarle su nombre.
-Si no te interesa, entonces no te importara saber que se llama Marcus Belicov- dijo ella con tono despreocupado a lo que yo solo respondí con un bajo gruñido de aceptación.
Pasamos el resto de la formación en silencio, al irnos hacia los salones de clases, y ya que yo encabezaba al tan poco renombrado consejo estudiantil, me encargaron la tarea de ser yo quien enseñara al chico nuevo los diferentes sectores del colegio, yo acepte la tarea lo más naturalmente posible, y entonces él se presentó a mi formalmente, aunque la verdad era que gracias a mi querida amiga yo ya sabía su nombre.
-Mucho gusto señorita. Mi nombre es Marcus Belicov.- dijo el muy cortésmente entonces hizo algo que realmente me sorprendió. Tomo mi mano en la suya y con una pequeña reverencia muy elegante le dio un pequeño beso. Entonces estuve segura de tener que volver a respirar.
-M…me, me, llamo Katherine- dije yo con una pequeña sensación de mareo causada por haber dejado de respirar por un rato entonces él se levantó y me miro a los ojos, -y el gusto es todo mío Marcus- continúe. –Vamos, te enseñare el colegio- le dije yo apenada, después de unos momentos en los que yo totalmente sonrosada le mirara directamente a los ojos.
-Te sigo- me dijo el con tono seguro pero tranquilo.
Al terminar con el recorrido por el colegio entrmos a salón y presentamos a marcus a los estudiantes. El por propio gusto suyo se sento cerca a mi por lo que tuve la oportunidad de conocerle mejor, me conto que era ruso (Debo admitir que eso solucionaba varios de sus aspetctos físicos) Tambien me dijo que el y su famiia e acababan de mudar al reino unido.
Al llegar la hora de algebra note como sus ojos se iluminaban un poco.
-¿Te gusta el algebra?- me pregunto muy curioso. Y yo que aun me encontraba algo enbobada por su apariensa física respondi.
-Muchisimo- -A mi también me fasina- dijo el mirándome a los ojos yo me sonroje y baje la mirada ante esto el solto una risillay me dijo –Vamos a sentarnos, la clase se ve prometedora.-
Tras esa petición agradeci que en algebra las mesas fueran de a dos estudiantes, aunque el profesor tenia una política muy estricta acerca de “Mujeres a la izquierda hombres a la derecha” pero yo siendo algo ingeniosa le encontré el fallo a las ordenes. Eran cinco filas de mesas ¿Quién tomaba la fila tres? Hombres o chicas? O ambos? Entonces le informe a marcus que se sentara en el lado derecho de la mesa, el muy caballeroso acepto y saco mi silla para que me sentara, luego de que yo lo iciera el tomo su asiento al lado drecho de la mesa. Entonces el profesor se acerco y me miro suspicaz, -Señorita Porth,es una buena declaración de lo que crei muchos pasarían desapersividos, espero trabaje usted bien. Ah y bienvenido a mi clase joven Belicov, creo que ya ha sido inforado muy bien aserca de como esta organizada mi clase, espero tenga un buen rendimiento.- entonces partio y comenzó con la clase.
Marcus me miro sorprendido y yo lo mire de la misma manera, -Debo admitir que esperba otra reacción de su parte- le dije a marcus lo mas normalmente que pude sin demostrar todo mi asombro. –Y yo- afirmo el. Entonces yo medio rei y el también, así paso todo el día entre pequeños comentarios y muchas historias, el día fue productivo, me di cuenta de que teniamo mucho en común.
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